Torsos y caballos y diálogo de besugos

Torsos, grupos y retratos, en sus recios y dúctiles rasgos de bronce, expresan en su gesto y en su ritmo la profundidad de una dimensión interior, que ha sabido comunicar al barro (materia común de la creación divina y de la creación artística) el dominio técnico, el pensamiento y la sensibilidad de un joven y ya maduro autor, que en su búsqueda de temas y formas ha afrontado desde el difícil reto del gran grupo escultórico, centro de espacios abiertos, hasta el delicado compromiso de la pequeña obra de interior, cuyos temas y formatos exigen una exhibición y valoración en ámbitos íntimos y reducidos.